Afuera el mar, el gusto a tarde de siesta.
Por algún rincón la playa duerme,
él tambien. Yo
leo paisajes de días de lluvia hasta ver caer una gotita en su nariz.
Somos del mismo cuento, y anochece.
El libro, abierto,
se llega a leer: (dos puntos) -Como un ángel,
devorame.
3 comentarios:
De cómo es exquisito saber que aunque no alcancen los pixeles para albergar tan reflejables sensasiones, aún así es bonito poder leerlas, sentirlas o cantarlas, apoderarse de algunas, hacerlas propias para compartirlas con alguna que otra soledad de monitor en madrugadas o con alguna que otra compañía que sepa guardarlas como se merecen.
Brindo por ello!!!!
Lindo saber que hay más donde leerte aunque empiezo a querer algo entre papiros!!!!
Beso!!!
Me encanto Clarisa!
Siempre con sabor a poesía...
Coni
saludos al nuevo blog!!
esperemos que pueda soportar tanta magia
mucho, caleidoscopica
demasiado
Publicar un comentario