miércoles, 9 de mayo de 2007

De negro inmenso

Me voy a llenar de lentejuelas,
me voy a coser
una al lado de la otra. Aunque hoy no tenga pulso
tomo el hilo, infinito hasta la aguja, esa que me traspaso
ombligo espalda espalda ombligo
y sigo, hasta llenar todos mis rincones.
Ninguna suelta.
Ninguno vacío.

Ver pasar el tiempo por la boca mi pelo mi pelo la boca
hasta olvidarme por qué me estoy cosiendo. Y este gusto. Olvidarme que duele.
Olvidarme y brillar. Volver a brillar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

queria decir algo ocurrente, algo a la altura de lo que senti cuando me asome a esta poesia inmensa, pero me asumo derrotado por la belleza y no intento explicar lo que los cientos de puntitos en mis brazos explican claramente... gracias por recordarme que sueñe con volver a brillar...

Joel M dijo...

oiga, que tonto que soy pero estoy tratando de encontrar cómo carajo suscribirme a tu blog, la verdad es k en este momento estoy re cansado y no tengo concentración para leerlo bien, pero igual, pues, lo que he leido me gusta mucho, tal vez sea porque estoy tan cansado (me quedo mas abierto, mucho mas vulnerable cuando no he dormido y no he dormido). pero al leerte, tenía ese sentido de encontrar a un alma nueva como... pues, era casi como la primera vez que leí a Neruda o a Walt Whitman, me entiendes?... bueno, sólo queria saludarte, y si tal vez sepas por donde me toca hacer click para suscribirme a este blog avisame.

gracias, y saludos desde NYC.