Todos somos hermosos.
Todos misionamos para embellecer el mundo.
Hoy hice un jarrón con lo que antes llamaba yuyos, y me emocioné. Ahora veo un poco más adentro. Hoy encuentro un lugar nuevo para las cosas. Me ordeno,
acepto.
Vivo.
Yo también.
. . .
Hoy
me di cuenta que ser libre es trabajar incansablemente para el espíritu. Ser
libre es limpiar la casa. Hoy me desperté y supe que Dios quiere que yo sea
libre. Que elija. Hoy lo sentí y salí caminando, sin correr, a paso ligero, a
comprar productos para limpiar mi casa después de días de estar de viaje. La
señora del local me miró a los ojos y me dijo: te admiro por andar con el mate,
hay que acostumbrarse a ser libre.
Eso estoy haciendo. Acostumbrándome. Gracias por ser canal señora hermosa de Parque Leloir. Limpio la casa me deshago de las pulgas muevo muebles y me acostumbro a ser libre. Eso soy hoy. Eso hago, ser, limpiar. Descubrir qué hay detrás de mis cosas.
Eso estoy haciendo. Acostumbrándome. Gracias por ser canal señora hermosa de Parque Leloir. Limpio la casa me deshago de las pulgas muevo muebles y me acostumbro a ser libre. Eso soy hoy. Eso hago, ser, limpiar. Descubrir qué hay detrás de mis cosas.
Hay
bichitos de luz. Entró jimena sin golpear y me dijo: Dejaste la llave del lado
de afuera y hay bichitos de luz. Entonces lo supe, lo sentí. Justo cuando
pensaba que ya no podían volver a existir. Justo cuando solté toda idea
expectativa forma. Mi corazón se apronta a atravezar la puerta blanca y salir.
Salir a ver, si es verdad, si existe -otra vez y nuevo- ese mundo de
sensaciones en el cuerpo, si eso que brilla es también para mí. Hoy me siento
merecedora.
Estoy
muy creadora de realidad. El colectivo viene a la hora que indico, me invitan a
una obra de teatro en el mismo momento que estoy mirando por internet para
comprar la entrada. Hablo de que cuando uno se corta está buenísimo hacerse pis
en la herida aunque todavía no lo pude experimentar, y me hago un tajo en el
dedo abriendo una nuez. Entonces hoy cada vez que voy al baño tengo la
oportunidad de hacerme pis en el dedo, de experimentar. Así es.
Volver
de Córdoba.
Salir a caminar con un mate. Sentir el lugar donde estoy ahora, el barrio los árboles la casa. Verla hermosa y querer embellecerla aun más. Seguir caminando. Llegar a una mercería, comprar cintas de colores y rositas de razo para el altar junto a la cama. Que me pregunten cómo me llamo. Que me den ganas de aprender a tejer, que Graciela no encuentre el teléfono de la señora que enseña y me recomiende ir a la iglesia a preguntar. Conocer una vez más a la virgen. Mirar a Lourdes, hablarle un ratito, sentir su amor, su servicio en cada persona que me sonrió.
Volver a casa con dos plantas nuevas, una estatuita, los horarios de tejido y bordado, el termo vacío.
Salir a caminar con un mate. Sentir el lugar donde estoy ahora, el barrio los árboles la casa. Verla hermosa y querer embellecerla aun más. Seguir caminando. Llegar a una mercería, comprar cintas de colores y rositas de razo para el altar junto a la cama. Que me pregunten cómo me llamo. Que me den ganas de aprender a tejer, que Graciela no encuentre el teléfono de la señora que enseña y me recomiende ir a la iglesia a preguntar. Conocer una vez más a la virgen. Mirar a Lourdes, hablarle un ratito, sentir su amor, su servicio en cada persona que me sonrió.
Volver a casa con dos plantas nuevas, una estatuita, los horarios de tejido y bordado, el termo vacío.
Todos
los ríos desembocan en el mismo lugar.
Quién
diría, estuve a punto de dejar natación, pensaba que no era lo mío que no me
iba a salir que iba a estar meses nadando hasta la mitad de la pileta... hasta
que descubrí que en realidad me daba miedo, entonces me entregué a superar mis
límites a salir del lugar cómodo. Acepté el desafío.
Y cada vez que elijo, sucede un milagro.
Hoy por primera vez comencé a nadar la pileta entera, y descubrí que soy tan larga que llego al final casi sin darme cuenta y lo disfruté tanto que me preguntaron si hacía danza. Es que estoy bailando de alegría en el agua, es eso, alegría y danza, en un romance absoluto con mi cuerpo que me acompaña en este camino de transformar el miedo en amor.
Y cada vez que elijo, sucede un milagro.
Hoy por primera vez comencé a nadar la pileta entera, y descubrí que soy tan larga que llego al final casi sin darme cuenta y lo disfruté tanto que me preguntaron si hacía danza. Es que estoy bailando de alegría en el agua, es eso, alegría y danza, en un romance absoluto con mi cuerpo que me acompaña en este camino de transformar el miedo en amor.
Ayer
mi hermana me dijo que estoy más alta, que parezco un fideo flaquito. Se
sorprendieron todos de que aun crezca. Y sí, siempre podemos crecer cambiar
crear una nueva forma, redescubrirnos, enamorarnos, aceptar. Mirarnos. Soltar
lo que fuimos. Encontrarnos.
Cada
día un poquito más.
Hoy
fui por primera vez a una clase de canto, hoy es la primera vez que manejo,
primera vez que veo a una gran mujer que coserá nuestros manteles, primera vez
que uso antiparras para sumergirme en una pileta techada. Todos los días nace
un nuevo día. Hoy, por primera vez.
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